A lo largo de estos años desde que me he iniciado (finales
del 2014) no he parado de trasmitir a gente en la maravillosa técnica del
AQUALEAD, que creo que tiene capacidades ilimitadas. La misma, es una técnica
de sanación alienígena, que fue dada a Sabine Blais para curarnos y curar el
agua del planeta. Hoy decido dar un paso al costado, cerrando esta etapa, que
tantas satisfacciones me ha dado, por muchas razones. Una de ellas es que como
la técnica es contribución amorosa, mucha gente “espiritual” se aprovecha no
dejando nada, con el gasto que presupone un lugar, el material y demás cosas
que acarrean una organización, la cosa, por más altruista y caritativa, se hace
cuesta arriba cuando se vive de esto y lo único que se encuentra son
oportunistas. Otra es el constante acoso de su “canalizadora” (cosa que ya
relate detalladamente en mi Blog y que este año va a salir publicado sin
censura en mi libro “Horóscopo chino 2018”), que a pesar de que libero la
técnica se empeña en hostigar a quienes la propagan, cuando ya no tiene los
derechos legales de la misma. Siento que hay cosas con las que no quiero lidiar
y AQUALEAD es una de ellas. Hoy el fuego va a ganarle al agua y quemare todo lo
que tenga que ver con este tema, transmutándolo en tierra, para que siga su
curso como el Hexagrama 18 del I CHING: Trabajar en lo que ya no sirve,
reconstruirse. Quiero agradecer infinitamente a mis maestras: Monica Sain, con
la que hice los primeros pasos (Nivel I y II) y Devika Keme, que me dió la
Maestría. Mas quiero agradecer a quienes confiaron en mí, taller tras taller,
propuesta tras propuesta, en que yo les podía transmitir este maravilloso
conocimiento, que corriendo lo malo (que no es poco) puede ser de gran utilidad
si se vibra en el amor. Que sus experiencias sean mejores que las mías y sigan
propagando amor y por sobre todo sinceridad, que tanto hace falta en este
ambiente de “espirituales”, que lo único que hace es anidar pacientes
psiquiátricos. Los abrazo.
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