Desde hace un tiempo hay un grupo de gente que me pregunta si solo
puedo dar solo la Maestría de mi Formación de Registros Akáshicos (que está
registrada como propia por tener diferencias con las que andan dando vueltas) que
dicto bajo ese formato, con muy pocas modificaciones, desde 2016, y que incluye
en sí, en una jornada intensiva (primero de 9.00 a 20.00 y desde hace un par de
años de 13.00 a 20.00), y que incluye los niveles I, II y por consiguiente la
Maestría, pero piden hacer solo la Maestría de esta formación, porque ya tienen
hecho el resto, lógicamente.
Perdón por los excesivos detalles, pero no quiero que se mal entienda
nada, porque sobre que se lee y no se escucha, en un mundo en el que no leemos,
la gente generalmente proyecta sus estados de ánimos en las letras y cree que
uno está gritando, mientras yo escribo esto tomando unos ricos mates cobijado
por el aire acondicionado.
Después de esta aclaración, sigo. Mi respuesta es siempre la misma y
que tiene que ver con la cuantificación del tiempo que va por ánimo del grupo,
o sea, no sé cuándo y en qué tiempo me lleva dar todo (Nivel I y Nivel II),
como para decir que a la hora señalada solo veremos la Maestría, o sea, no es
un cumpleaños de 15, donde puedo invitar al brindis a una hora señalada,
sabiendo que el catering funciona en tiempo y forma. Cada grupo, tema,
problemática, experiencias y participaciones son diferentes y eso va
enriqueciendo la formación fecha, tras fecha, dando como resultado este 2020 un
libro que se entregara en la formación a quienes la hagan, producto de
investigación y lo que cuento.
Entonces les pregunto: ¿Por qué no hacen la Maestría con quien les
facilito el Nivel I y II (a veces y en muchos casos hasta Nivel III)? Y la
respuesta, todo sin ánimos de nada, sino para comprobar lo que digo, terminan
manifestando que esas personas que no importan, ni vienen al caso (aunque
siempre, misteriosamente, son las mismas), no enseñan la Maestría en la técnica
de Registros Akáshicos y ahí digo: “¡qué casualidad!”.
Nos encontramos frente a personas, dentro del “mundo espiritual” que
enseña una técnica, sin tener la Maestría de la misma, o sea... Cuidado, hasta
acá, nada es condenable, solo el hecho de que la gente crea que TODOS
trabajamos de la misma manera, he ahí mi aclaración y punto, porque cuando les
señalizas esto, se enojan y lo peor es que se la agarran con uno, o sea yo, y
no con los “culpables”… ¿No sé si soy claro?
Más allá de que no nos importe quienes son, pero (¡oh casualidad!) son
siempre las mismas personas, como ya dije, quienes consultan no pueden evitar
sentirse estafadas y con mucha razón, ya que sienten que el conocimiento por el
cual dedicaron tiempo y dinero, no vale. Acá quiero aclarar algo: en parte vale
y mucho, porque por experiencia positiva o negativa siempre se aprende, es ahí
donde está a prueba la verdadera espiritualidad de cada uno pregona, en
cuestiones fácticas, no vale tal y cual lo plantean ellos, pero el conocimiento
es conocimiento y hay que leer e investigar, lamentablemente vivimos en un
mundo donde nadie lee, como ya dije, mucho menos va a investigar y termina como
relato, no hay mucha vuelta en la rosca.Hay que tener en cuenta muchas cosas, sobre estos puntos y formaciones
de Registros Akáshicos, hablo de lo que conozco, porque muchos saltan a
quejarse de otras formaciones, que la verdad no tengo idea como se manejan y la
verdad, tampoco me importa mucho, pero lo digo desde la ocupación integra en lo
que hago yo, no en lo que hacen los demás. Entonces, primero que si se va a
arrancar una formación de este tipo, sea por partes o nivelada, es decir: Nivel
I, II, etc…, o en una jornada intensiva, la misma de opción visible hacia la
Maestría de esta técnica, o sea, que se sepa con claridad cuando se puede
llegar a obtener, no que el que la imparte diga: “te lo comunicaremos”, u otras
disuasiones que hacen que la persona no sepa con claridad este punto en particular,
porque si se sabe cuándo se empieza, pero no cuando termina, convirtiéndose en
un karma más que un placer en hacer algo que a uno le guste. Sí, es saludable
saberlo, mas allá de que se alcance o no, saber que esa opción esta, después el
destino, las ganas, la afinidad harán que uno la tenga o no, pero la opción
esta, eso da seriedad en el trabajo y profesionalidad (no hace falta ser médico
para ser profesional), así de simple.
Después, nunca está de más aclarar, es responsabilidad de cada uno
hacerla o no, somos adultos responsables (no olvidemos esto nunca, nunca, nunca),
nadie nos obliga a nada, no nos están apuntando con un arma para hacer o no una
formación, sea Registros Akáshicos u otra formación que nos interese hacer en
este campo mal llamado espiritual, eso nos da derecho a elegir y hacernos cargo
de esta elección. O sea, después a llorar al campito. Volver a empezar, no es
serio, ni ético pedir homologaciones, así de simple.Segundo: No está mal que sean nivelada, o sea, por partes, más allá que
a mí me resulte mucho práctico (como muchos, no soy el único ni soy único)
darla en una sola jornada, sé que eso es personal de quien lo imparte. Pero
cuando los niveles superan los tres incluyendo Maestría, algo no anda bien, es
bueno saberlo... ¿Tanto nivel para un conocimiento que quedo muy demostrado que
se puede hacer un día? Cuando hablo de demostrado, son muchas personas que a lo
largo del país hicieron la formación conmigo en una sola jornada y lograron
adquirir el conocimiento sin problemas. Insisto: hablo de lo que conozco y mi
experiencia, que no arranco ayer, respalda lo que digo.
También pasa con los cursados interminables de un año por nivel para
poder leer Registros Akáshicos con evaluaciones como si fuese escuela primaria,
una verdadera locura, nadie resiste eso si no es una carrera universitaria cuyo
título es de cursado único e irrepetible, por más que te guste todo, nadie en
su sano juicio lo hace, sin embargo lo proponen como si fuese la única manera
de validar conocimiento.
Uno enseña una técnica y ya, porque eso es lo que es, una técnica, no
le pongamos brillo a lo que no lo tiene, porque también cuando no se le
reconoce la realidad, se le termina sacando valor. El que aprende es una
persona adulta y responsable (lo repetiré las veces que sean necesarias), en el
total de sus capacidades físicas y psicológicas (pongámosle, porque no es así
en la mayoría de los casos), que tiene que informarse por fuera, investigar,
leer y sacar confusiones que son propias, únicas e irrepetibles porque somos
seres humanos y eso somos. Esto es lo que hace que ese sea su propio recorrido,
no está bueno generar dependencia en este tipo de formaciones, que al final del
camino termina siendo un estiramiento para tener un público seguro, lo que es igual,
una entrada fija de dinero, en el fondo y de lo que nadie habla es eso: dinero
seguro a como dé lugar.Otro punto no menor son las “iniciaciones”. Para abrir los Registros
Akáshicos no se necesita sintonizarnos a nada, solo tenemos que conocer una
oración que nos permite abrir y pedir la información que buscamos y otra para
cerrar (dos en total), para eso, no necesitamos que nos inicien, solo que nos
expliquen cómo funciona la misma desde la experiencia de quien imparte y el
compartir con otras personas (compañeros de cursado), para no utilizarla mal y
que la técnica sea lo más provechosa posible, pues de eso se trata, la verdad.
De hecho, la mayoría de las oraciones se encuentran a simple googleo, pero el
tenerlas sin saber usarlas es lo mismo que nada, a veces ni está claro cómo
usarlas.
Acá y en este punto, como todo, tiene su yin y su yang, pues muchos,
con este dato hacen desastres en nombre de una verdad que no pueden justificar,
no leen, ni buscan, ni investigan, haciéndole perder más que el dinero, el
tiempo a la gente y eso si es indignante.
Ahora, otra pregunta: ¿Cómo nos va a iniciar/ sintonizar alguien que no
es Maestro? La mayoría que conozco, los inicia con símbolos raros, ya que nunca
dicen cuáles son y para que, con promesa de revelarlos en una Maestría que
nunca llega y así tienen el público cautivo que lamentablemente va cayendo o
yéndose a otro (así arranque este articulo) para poder terminar la formación
porque realmente les interesa y esta genial. Tengo el caso de una mujer que hizo la formación conmigo en 2015,
cuando la daba nivelada y se largó a enseñar sin hacer la maestría ya que
cuando la propuse, de ese grupo, de 10 que eran, solo la hicieron 3, que yo en
ese momento daba pero ella no hizo, luego en 2016 lo hice en una jornada
cansado de que haya deserción, si total somos adultos, sabremos que hacer con
esa información de manera responsable. Al año, llego una de sus alumnas que
rastreando donde había aprendido esta mujer, me encontró y me percate que no
solo usaba mis apuntes sin modificación y sabiendo que estaban registrados bajo
derecho de autor (hasta el certificado escaneado usaba), sino que iniciaba “a
lo Reiki”, cosa que yo nunca hice en esas formaciones en las que ella asistió,
todo para tener ese poder que cuento, cuando le pregunto a esta chica quien
referencia como maestros, me nombra a mí y a otro, al cual llame para
preguntarle y me dice lo mismo: “conmigo hizo hasta X parte, nunca hizo la
Maestría, yo no la enseño”. Hoy ni siquiera está trabajando (¿Karma?), porque quedo muy expuesta,
pero como ella hay muchos y muchas ya que no es la única, y eso es lo que hay
que identificar si queremos trabajar bien, seriamente, no solo a nivel
económico, del cual tenemos derecho, sino trabajar bien interiormente con lo
que queremos, en un punto de crecimiento interior real.
Luego están los que si dan Maestría, pero cuyo sistema difiere de lo
que yo creo de los Registros Akáshicos, si bien lo sé y los conozco, esa es
otra discusión, lo que hay que fijarse no es en las discusiones teóricas, que
hacen a la construcción de conocimiento, sino a los estafadores, que en su
mayoría ni siquiera les da para hacer un propio sistema.
Los Registros Akáshicos, tal y como dice un libro llamado “El evangelio
de acuario de Jesús” de Levi H. Dowling (léelo, no te va a dar acidez estomacal)
es patrimonio de la humanidad, por lo tanto, todo ser humano puede entrar a los
Registros Akáshicos sin problemas, solo que en las formaciones guiamos para
hacerlo sin interferencias, no iniciamos, nadie tiene ese poder, nadie es más
que nadie, dato no menor. De qué sirve trabajar espiritualmente si me creo
superior. Pero parece que si “el circo” no está, no es real y ahí caemos en la
meditación, velitas, sahumerio, etc., etc…
Cuando digo meditación no es atacar a esta técnica que merece todos mis
respetos y prácticas, sino que uno va a una formación de 4 (cuatro) horas de
Nivel I y te hacen meditar de entrada para “bajar los decibeles” de lo que
traemos de afuera unos 30’, se habla un poco sobre lo que nos convoca y se
vuelve meditar otros 30’, se descansan unos 15´y después del break que serán
otros 30’ se vuelven a meditar otros 30’. Ya solo quedan 2 (dos) horas de las 4
(cuatro) horas iniciales. No está mal meditar, pero si quiero hacerlo voy a un
curso de meditación, no uno de Registros Akáshicos. ¿No sé si se logra entender
a donde apunto con este comentario? Se mezcla todo y lo peor es que se cree que
está bien. ¿Otro ejemplo de mezcla? Cuando se estudia chamanismo andino (Perú)
enseñan sobre chakras (India). La gente olvida lo que era la vida antes de
Facebook.
No estoy diciendo que mi formación es la mejor de todas con todos estos
comentarios, de hecho mucha gente que la hizo no le gustó y me lo manifestó sin
problemas, porque el intercambio y la tolerancia es el secreto, nadie se banca
la vuelta de que te tiren una negativa certera, pero son re espirituales, esto
es lo que yo llamo: “Soy re espiritual, pero a los negros hay que matarlos a
todos”, lo mismo. Estoy diciendo que muchos que vinieron a aprender Registros Akáshicos conmigo,
sin tanto “piripipi” hoy son excelentes lectores y transmisores de la técnica
sin complicaciones ni adornos que hacen que el fin último no llegue, sin tanto
tiempo invertido más que el de la búsqueda personal como seres adultos y
responsables (no olvidar esto) que son y que nadie murió por un electroshock
energético por hacer la formación en una sola jornada intensiva y de estar
prohibido cósmicamente, bajo esta lógica ya hubiese pasado, solo se condena que
a una persona se le ocurre hacer algo y ganarse la vida de una manera que a la
que a mí no, pues eso se llama envidia.
Aclaro que con la mayoría ni contacto tengo, pero se lo que hacen y
desde donde, veo sus publicidades y publicaciones, o sea, no van a hablar bien
de mi formación porque son amigos, sino porque encontraron ahí la verdad sin
tantas vueltas, ni ceremonias y la vivenciaron sin que nadie los convenciera, ni
obligara, porque saben que son adultos y responsables.
No intento juzgar, intento que cada uno revea, desde el sentido común
(cosa que en este mundillo falta por donde se lo mire), que tenemos en esta 3D
en que estamos creyendo y porque, y dejarnos de dar vueltas en escenarios Disney
y estafando la buena fe de la gente, porque ese es el nombre de la figura legal
de los que hacen estas practicas y está penado por la ley penal, nadie que
conozca el código civil y penal no me lo puede negar.Otro punto, no menor, es la certificación del mismo. No son menos los
que preguntan si la formación tiene certificación oficial porque pareciera que
eso le da seriedad al mismo y tienen razón. Lo cierto es que en Argentina, lo
único que tiene validez oficial es aquello que está reconocido a nivel
universitario o terciario, dependiendo siempre del Ministerio de Educación
nacional o provincial. Lo que yo les digo es que vayan con las certificaciones
internacionales que andan dando vuelta, a la Universidad o al Ministerio de
Educación y que pidan homologación a ver cómo les va, después hablamos,
tranquilos. Quizás es mi formación legalista (soy Perito Grafólogo y Grafólogo
Analista con dos años de laburo en Tribunales provinciales de Rosario), pero
hay que tener los pies sobre la realidad si queremos ser buenos profesionales.
No hay regulación, por lo tanto es por eso que tampoco nada es oficial, mucho
menos manera de cual hacerlo.
Cuento un caso: Una vez una mujer me pregunto desde donde estaba
avalada mi formación, atendiendo esto le dije: “Esta avalado por Akashic Anal
Record con sede en Massachusetts”, no solo eso sino que señó y vino. Entendió
cuando vino como eran las cosas, confesando que toda su vida había crecido que
era diferente, porque así se lo habían vendido. Porque como ellas hay pocas
personas, porque la mayoría no solo no tiene razón, sino que sostienen esa
mentira, como si de eso dependiese su vida. Hay que cuestionar más, incluso
esto que estoy escribiendo.¿Pongo otro ejemplo?: Hace poco me preguntaron si la formación de
Registros Akáshicos estaba a la misma altura de una formación de “Angeología Internacional”
que estaba dando vueltas por ahí. Cuando me puse a profundizar, me di cuenta de
que esta formación en ángeles (suspiros, porque parece que es obligatorio) no
solo tiene una validez que no es homologable como explique recién, por lo tanto
no es oficial, sino que, también, está mal escrita, ya que quienes estudian
ángeles son angelólogos, o sea, angelos = ángeles, logos = estudio, es decir:
angelólogo, el estudio de los ángeles. Angeologo (¿?). Y todo por una
certificación internacional. Creo que nos estamos pasando de conscientes.
No hay que culpar a nadie, hay que estar despiertos, despiertos con
uno, no hacer cursos por reflejos y quejarnos después y enojarse con quien
muestra las cosas trasparentes y no bajo el filtro del sahumerio. No hay que
hacerse los vivos, estamos todo el tiempo aprendiendo y está bien, no somos
Maestros Ascendidos, sino no estaríamos acá.
Para cerrar, dejo a lo largo del escrito capturas de pantalla que
demuestran lo que digo.
Si queres hacer la formación conmigo, comunícate: @dariotarot
Más información sobre las próximas fechas de la formación, fotos de formaciones anteriores y material:
http://dariotarot.blogspot.com/search/label/Registros%20Ak%C3%A1shicos
Texto incluido en el libro "Registros Akáshicos. El encuentro con tu Maestro Interior", JANVS Editores, 2020 (foto de tapa al inicio). Segunda edición: 2022, también disponible en E - Book.
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