Hoy es el día del grafólogo,
justo el día anterior al día del taromante, los dos ríos que están al lado de
mi camino, donde mi norte siempre apunto al sur. Resulta que hace 10 (diez)
años, gracias a estar haciendo una lucha titánica y la mano de mi querida hermana
de vida Gabriela Winkler, me instalé en Buenos Aires y la ya mítica Mercedes
Gorraiz, obtuve mi primer título de “Perito Grafólogo”, abriéndome una puerta
que muchos me habían cerrado por portación de cara, no exagero. Siete años después,
después de un Dakar de denuncias y amenazas con ir con el INADI en persona, el
Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, me otorgo el segundo título
en certificación grafológica, que se suma al que ya tenía de “Grafólogo
Analista”, siendo el único grafólogo en Rosario recibido directamente del
Ministerio de Educación, sin intermediarios, dando ese título el testimonio de
esa lucha, esto detono en una demanda judicial que todavía sigue en pie, por
daños y perjuicios, agravado por el lucro cesante, a pesar de que la otra
parte, solo se presentó por obligación en una mediación, luego de no haber ido
a ninguna de las otras a las que se las había convocado, donde dijo desconocer
todo lo que pasaba y que ella hizo todo lo que estaba “dentro de la ley”.
Tuve el apoyo de muy poca gente, nadie (o casi nadie) del “ambiente” y fuera de él, siempre fui un “quilombero que no quería estudiar”, que entendí que está en decadencia y que, si la grafología no es lo que es en otros países, tiene que ver con quienes estamos dentro y nos vivimos atacando unos con otros, sin importarnos quien está en frente, en nombre de una ciencia que no saben, en muchos casos, ni definir. No importa. Decidí seguir, las experiencias tienen que ser enriquecedoras y de hecho lo son.
En silencio seguí con la grafología, naturalmente odie esta disciplina ni bien terminado la parte de formación, no quise saber nada por un tiempo de ella, porque la verdad que no valía la pena insistir con algo que costo tanto esfuerzo y desmerito.
Un día, con Miriam Prieto, me trajo unos escritos y al ver lo que le describía, me alentó a seguir ese camino, que todo eso que había pasado no tenía que tirarme para atrás, que nadie era quien, para que no use ese conocimiento como herramienta. Así fue, empecé a leer, buscar, comprar libros de vuelta y conectarme con lo que me gusto en realidad de la grafología, que seguía estando ahí dentro, intacto y seguía dándome información.
Hoy la grafología forma parte de mi cotidiano. Mi tarot al lado de esos libros, las cartas son el símbolo de esa historia y el horóscopo chino me dio arquetipos para poder entender las letras en una investigación libre que en algún momento tomara forma legible para quien no sabe lo que hago. Todo fue un trabajo interno que me llevo a integrar mi yo y mis historias, haciendo un recorrido único. Analizo letras, busco información, me gusta leer investigaciones grafológicas y trabajo con quien quiero y como quiero en mis consultas.
Por esto, me digo: FELIZ DÍA.
@dariotarot
Tuve el apoyo de muy poca gente, nadie (o casi nadie) del “ambiente” y fuera de él, siempre fui un “quilombero que no quería estudiar”, que entendí que está en decadencia y que, si la grafología no es lo que es en otros países, tiene que ver con quienes estamos dentro y nos vivimos atacando unos con otros, sin importarnos quien está en frente, en nombre de una ciencia que no saben, en muchos casos, ni definir. No importa. Decidí seguir, las experiencias tienen que ser enriquecedoras y de hecho lo son.
En silencio seguí con la grafología, naturalmente odie esta disciplina ni bien terminado la parte de formación, no quise saber nada por un tiempo de ella, porque la verdad que no valía la pena insistir con algo que costo tanto esfuerzo y desmerito.
Un día, con Miriam Prieto, me trajo unos escritos y al ver lo que le describía, me alentó a seguir ese camino, que todo eso que había pasado no tenía que tirarme para atrás, que nadie era quien, para que no use ese conocimiento como herramienta. Así fue, empecé a leer, buscar, comprar libros de vuelta y conectarme con lo que me gusto en realidad de la grafología, que seguía estando ahí dentro, intacto y seguía dándome información.
Hoy la grafología forma parte de mi cotidiano. Mi tarot al lado de esos libros, las cartas son el símbolo de esa historia y el horóscopo chino me dio arquetipos para poder entender las letras en una investigación libre que en algún momento tomara forma legible para quien no sabe lo que hago. Todo fue un trabajo interno que me llevo a integrar mi yo y mis historias, haciendo un recorrido único. Analizo letras, busco información, me gusta leer investigaciones grafológicas y trabajo con quien quiero y como quiero en mis consultas.
Por esto, me digo: FELIZ DÍA.
@dariotarot
Pd. La foto es con el título del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe (2017).

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