En menos de un mes es el año del búfalo.
Los chinos dicen que antes de arrancar un nuevo año hay que limpiar los
pendientes físicos o no, pasados, presentes para que vengan nuevos y futuros,
siempre prometedores y eso, mas allá de los signos que seamos, puede augurarnos
un buen destino. Este último mes, al tener más tiempo, tuve tiempo de prestar atención
a las redes sociales, en especial a Facebook, y de percatarme que aceptar tener
a cualquier persona que me pidiese amistad, me ha llevado a ver una ola de
demencia inusitada que se vino acrecentando desde la cuarentena de manera
imparable y que no le hace bien a nadie y menos a mí que soy el que mira todo
esto. No sé si quiero seguir teniendo a esas personas cerca, incluso, en esa cercanía
marco lo que es abrir Facebook y encontrarme con publicaciones que no tienen ni
siquiera basamento concreto, como un autor o alguna referencia puntual para
seguir buscando y que por el solo hecho de estar en la pantalla es una verdad
incuestionable, por citar ejemplos cotidianos y ninguno puntual. Las conspiraciones
pasaron a ser ciertas, pero no porque lo sean, sino porque ya se dan por hecho,
pero nunca pasan y si te animas a cuestionarlas, de “hijo de puta” para arriba
lo sos todo y ni recuerdan tu apellido. Ni que hablar de los “ascendidos” que
lejos de ascender, porque uno piensa diferente te dicen de todo. Extraño momento
para estar vivo. En pocas palabras, la espiritualidad paso a ser algo muy
toxico, si cabe el término y muchas veces es más entretenido ver porno a que
estar viendo como el sionismo toma el poder del mundo. Hoy todos son expertos
en todo y cualquier cosa que se piense distinto pasa a ser un agravio similar a
insultar sus madres, no sé si quiero eso en mi vida, ni física, ni virtualmente.
Es hora de limpiar y limpiarme para lo que viene. Lo cierto es que la vida no
me está funcionando mal, reflejo indiscutible de que no estoy haciendo las
cosas mal, porque cuando no se está de acuerdo con los resultados, es porque no
se está haciendo algo bien a la hora de obtenerlos, no hay muchos secretos,
pero tampoco digo que esa gente este equivocada, cada uno crea el mundo que
quiere cerca, simplemente no los quiero cerca, no lo necesito. Aprender a auto
preservarse también es un aprendizaje que en algún momento hay que hacer e
incorporar. Hace una semana arranque una limpieza silenciosa, primero gente que
habla otros idiomas, que no sé quiénes son, que no sabré quienes son en mi vida
y que lo que muestran de sus vidas, no me interesa en absoluto, es su
privacidad, no la mía. Elijo no verla, no me interesa. En el medio negocios de
cosas que no me importan y perfiles fantasmas. Luego deje de seguir a muchas
personas que, si se quiénes son, que conozco, que se lo que hacen, con muchos
hasta compartí momentos físicamente, sé que son buenas personas, pero que
eliminarlos sería un agravio comparable con una demanda judicial, como si las
redes sociales fuesen realmente la realidad, dejar de ver lo que publican, no
generar conflicto, es la mejor manera que encontré para neutralizar esas energías
que no me están sumando hoy. Deje para lo último mucha gente que es cercana, pero
que siento que por más que me esfuerce en lo personal, nuestras vidas no tienen
nada que ver, se sobreestimo la palabra “amigo” y lo cierto es que pocas
personas ocupan ese lugar en la vida mía y en la de todos, muchas veces
personas son más amigos para vos que lo que vos sos para ellos y sostener eso,
no está bueno. La limpieza del propio campo energético es mucho y creo que
estas fechas son ideales para eso, de cara a lo que viene. El año de la rata
fue especial para todos, pero no por las características que todos conocemos,
sino porque nos ayudó a ver las cosas tal como son, sin escapatoria. Lo único que
me queda es agradecer, desear lo mejor, y vivenciar la astrología que tanto
predico, porque no sirve de nada decir y no hacer.
Que el TAO los lleve a buen destino.
@dariotarot
Que el TAO los lleve a buen destino.
@dariotarot

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