1/21/2021

El búfalo virtual.

En menos de un mes es el año del búfalo. Los chinos dicen que antes de arrancar un nuevo año hay que limpiar los pendientes físicos o no, pasados, presentes para que vengan nuevos y futuros, siempre prometedores y eso, mas allá de los signos que seamos, puede augurarnos un buen destino. Este último mes, al tener más tiempo, tuve tiempo de prestar atención a las redes sociales, en especial a Facebook, y de percatarme que aceptar tener a cualquier persona que me pidiese amistad, me ha llevado a ver una ola de demencia inusitada que se vino acrecentando desde la cuarentena de manera imparable y que no le hace bien a nadie y menos a mí que soy el que mira todo esto. No sé si quiero seguir teniendo a esas personas cerca, incluso, en esa cercanía marco lo que es abrir Facebook y encontrarme con publicaciones que no tienen ni siquiera basamento concreto, como un autor o alguna referencia puntual para seguir buscando y que por el solo hecho de estar en la pantalla es una verdad incuestionable, por citar ejemplos cotidianos y ninguno puntual. Las conspiraciones pasaron a ser ciertas, pero no porque lo sean, sino porque ya se dan por hecho, pero nunca pasan y si te animas a cuestionarlas, de “hijo de puta” para arriba lo sos todo y ni recuerdan tu apellido. Ni que hablar de los “ascendidos” que lejos de ascender, porque uno piensa diferente te dicen de todo. Extraño momento para estar vivo. En pocas palabras, la espiritualidad paso a ser algo muy toxico, si cabe el término y muchas veces es más entretenido ver porno a que estar viendo como el sionismo toma el poder del mundo. Hoy todos son expertos en todo y cualquier cosa que se piense distinto pasa a ser un agravio similar a insultar sus madres, no sé si quiero eso en mi vida, ni física, ni virtualmente. Es hora de limpiar y limpiarme para lo que viene. Lo cierto es que la vida no me está funcionando mal, reflejo indiscutible de que no estoy haciendo las cosas mal, porque cuando no se está de acuerdo con los resultados, es porque no se está haciendo algo bien a la hora de obtenerlos, no hay muchos secretos, pero tampoco digo que esa gente este equivocada, cada uno crea el mundo que quiere cerca, simplemente no los quiero cerca, no lo necesito. Aprender a auto preservarse también es un aprendizaje que en algún momento hay que hacer e incorporar. Hace una semana arranque una limpieza silenciosa, primero gente que habla otros idiomas, que no sé quiénes son, que no sabré quienes son en mi vida y que lo que muestran de sus vidas, no me interesa en absoluto, es su privacidad, no la mía. Elijo no verla, no me interesa. En el medio negocios de cosas que no me importan y perfiles fantasmas. Luego deje de seguir a muchas personas que, si se quiénes son, que conozco, que se lo que hacen, con muchos hasta compartí momentos físicamente, sé que son buenas personas, pero que eliminarlos sería un agravio comparable con una demanda judicial, como si las redes sociales fuesen realmente la realidad, dejar de ver lo que publican, no generar conflicto, es la mejor manera que encontré para neutralizar esas energías que no me están sumando hoy. Deje para lo último mucha gente que es cercana, pero que siento que por más que me esfuerce en lo personal, nuestras vidas no tienen nada que ver, se sobreestimo la palabra “amigo” y lo cierto es que pocas personas ocupan ese lugar en la vida mía y en la de todos, muchas veces personas son más amigos para vos que lo que vos sos para ellos y sostener eso, no está bueno. La limpieza del propio campo energético es mucho y creo que estas fechas son ideales para eso, de cara a lo que viene. El año de la rata fue especial para todos, pero no por las características que todos conocemos, sino porque nos ayudó a ver las cosas tal como son, sin escapatoria. Lo único que me queda es agradecer, desear lo mejor, y vivenciar la astrología que tanto predico, porque no sirve de nada decir y no hacer. 
Que el TAO los lleve a buen destino.
@dariotarot

No hay comentarios:

Publicar un comentario