La mayoría de la gente que escribir es presentar
“un libro” a editoriales (nunca saben cómo se llaman) y automáticamente estas
en librerías. Así fue en mi caso mis primeros libros, pero cuando me fui dando
cuenta de que muchas veces (la mayoría) los libros terminan en pasta, luego de
estar en outlet, supe que otros formatos no eran denigrantes, sino que llegaban
más rápido al lector interesado, por consiguiente, también era más rápida la
vuelta monetaria, no seré hipócrita. De hecho, mucha gente explicita o
tácitamente (con caras de “jum!”) me reclama que no se encuentra en librerías
mi libro, como si eso, no solo me lastimara, sino que también me hiciese menos…
Menos escritor, menos persona, saber menos, no sé, aunque si lo encontraran,
tampoco lo comprarían, como me paso varias veces que me avisaban que lo habían
visto, como si yo fiscalizara la distribución de la editorial. Está(ba) ahí
para que lo compren, no para que me avisen. La pandemia me lo confirmo el otro
camino: al no poder editar físicamente mi libro de horóscopos, la opción e –
book se hizo presente y junto a mi primer libro, allá por el 2012, el de las
predicciones 2022 uno de los más vendidos de mi historia publicando hasta el
momento. Claramente hay otros caminos y quienes te quieren ver en librería, son
los mismos que no ven nada que no esté en Netflix, el mismo público, calcado
sino. El lector de verdad lee hasta en servilletas, lo sé en primera persona,
cuyo formato del material nunca me modifico la curiosidad. Hoy “Registros
Akáshicos. El encuentro con tu Maestro Interior” ve ese formato, como así
también el físico, a demanda, o sea, no va a estar en librerías (lo vendo yo),
no soy un autor que le interese a las editoriales, me gusta y hoy en este
humilde acto, lo celebro.
@dariotarot
@dariotarot
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